CONEXIÓN ESLOVENA EN PALERMO

En el pasado verano, durante el transcurso de una eliminatoria previa de la Europa League, la directiva y el entonces cuerpo técnico del Palermo quedaron encantados con dos jugadores de su rival, el Maribor esloveno. No tardaron en realizar una oferta a este equipo para hacerse con sus servicios y así llegaron al Calcio. Hablamos de Armin Bacinovic y Josip Ilicic.

Vamos a dar una visión más profunda de cada uno de ellos.

Bacinovic fue el primero en llegar al equipo. Hablamos de un mediocentro diestro que en el esquema del Palermo de Delio Rossi (1-4-3-2-1) juega como eje central de la línea de tres centrocampistas, habitualmente junto a Nocerino y Migliaccio. Se sitúa más cerca de los centrales y es primera opción para la salida del balón en fase ofensiva. Sus compañeros no dudan en buscarle. Pese a esta posición más retrasada en el mediocampo le gusta llegar a situaciones cercanas al área contraria. Posee buen golpeo a portería y en su juego busca más pase en distancia media y corta que no en largo, provocado quizás por la cercanía de sus dos compañeros en el centro y la continua ayuda de Pastore e Ilicic desde la media punta para elaborar el juego ofensivo. En ocasiones abusa de excesiva conducción de balón que quita velocidad al juego de su equipo.

En fase defensiva es correcto y disciplinado aunque no el típico mediocentro recuperador y agresivo. Se coloca muchos más cerca de los centrales y no duda en salir a la banda para ayudar a los laterales en situaciones en las que sus compañeros se han visto superados en el centro. Sabe realizar muy bien faltas tácticas en mediocampo o en campo rival para dar tiempo a que su equipo repliegue correctamente.

En esta etapa final de la temporada con la vuelta de Delio Rossi al banquillo ha combinado la titularidad con el joven ghanés Aqquah y ha perdido algo de protagonismo en el equipo por lesiones y sanciones.

Quizás se le puede calificar como un mediocentro tal y como se puede ver en argentina (el 5), un eslabón primario y primordial en la elaboración del juego del equipo que en determinados partidos que requieren de un espíritu más guerrero, físico y agresivo al equipo pierde fuerza e importancia porque no destaca por eso precisamente.
Josip Ilicic tiene mayor protagonismo en el equipo y se le puede considerar titular indiscutible del Palermo. Es un jugador zurdo de gran talento y calidad. Físicamente es un jugador delgado y muy alto que a primera vista no parece lo que luego demuestra con su juego, gran habilidad y técnica. Domina bien su cuerpo, actúa de manera coordinada en sus movimientos y en el dominio del espacio
Su posición es la de media punta junto a Pastore, partiendo siempre algo escorado a la derecha aunque con gran libertad para moverse en el campo rival. Le gusta mucho participar en el juego asociativo del equipo y retrasar algo su posición para entrar en contacto con el balón. Es el encargado de lanzar los tiros libres y córner de su equipo. Llega al área rival con facilidad, donde le gusta probar su buen golpeo a portería con su pierna izquierda, no tanto con diestra y con la cabeza (a pesar de su altura), aspecto éste último que diría que rehúye en su juego.
La influencia que tiene en el juego viene determinada por la asociación que establece con Pastore y con los balones que Bacinovic o los otros mediocentros le den desde mediocampo. Desde esa posición de trecuartista que llaman en Italia (no se si se pone así, corrígelo) es el lanzador con Pastore de los contraataques de su equipo cuando se encuentra replegado en su campo y puede salir rápido con balón.
Hablamos de un jugador con gran talento técnico, propio de la zona de donde proviene, pero que como muchos de los jugadores de aquellas latitudes futbolísticas, desaparece en ocasiones de los partidos y se muestra como un jugador algo discontinuo en su rendimiento.

Ambos jugadores han hecho que en el Palermo, junto con la irrupción del argentino Pastore; se intente jugar de manera más ofensiva, buscando más la posesión del balón y el juego combinativo y que se vean cosas distintas en el equipo. Ahora solo falta estabilidad en la parte directiva y del cuerpo técnico para que todo empiece a encajar como debe y lo de la final de copa de este año no sea casual.

PEDRO NOLASCO SANTIAGO SANTIAGO