Voy a reconocer algo que muy poca gente sabe sobre mí. El verano que el FC Barcelona fichó a Ronaldo, muchos de mis amigos me preguntaban sobre este asunto, querían saber si era acertado o no, hacerse con los servicios de este futbolista que acababa de superar una grave lesión de rodilla. Mi opinión fue clara, rápida y rotunda. Ese fichaje es un error, a Ronaldo tampoco le veo yo muchas condiciones, por ese dinero yo hubiera fichado a Collymore del Liverpool que está mucho más hecho. Además, es mucho más rapido y técnico que el tal Ronaldo. Apenas dos meses después tuve que aceptar mi error y reconocer que estábamos ante uno de los grandes genios de la historia del fútbol.
Algo parecido me ocurrió con Didier Drogba. Escuché hablar de él en su etapa en el Guincamp, dónde marcó 17 goles en 34 partidos, y sinceramente, a mi no me decía nada. El año siguiente lo fichó el Olympique de Marsella, y me dije, vamos a seguir a este futbolista a ver qué tal es. Y recuerdo perfectamente el partido y el comentario. Jugaba el Real Madrid contra el OM, estaban todavía en la fase de grupos de la Champions. En aquel Marsella jugaban Barthez, Van Buyten, Christanval, un jovencísimo Flamini, Celestini (el suizo del Getafe), Mido, Fernandao, ... Y yo que ponía empeño en seguir la evolución de Drogba. Pues bien, acabó el partido y en mis notas ponía literalmente. El OM en ataque muy mal, como tenga que depender del Drogba este, ya pueden ir buscando otro delantero. Ese año acabó marcando 18 goles en 35 partidos de liga, y en mayo disputó la final de la UEFA en el Ullevi de Gotegorg contra el Valencia. Por cierto, sus compañeros le llaman "el elefante".
FIRMA: DAVID SERRANO
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