Enhorabuena al fútbol, enhorabuena a Guardiola, y sobretodo, gracias, gracias por demostrarnos a todos que el fútbol en su expresión máxima es posible.
A principio de temporada me preguntaban sobre el Barça, sobre Tito Vilanova, sobre los fichajes del club, y demás. Y yo siempre contestaba lo mismo. Es un proyecto a medio y largo plazo. La marcha de Ronaldinho y de Deco no son fáciles de suplir, y con Messi hay que andar con mucho cuidado, es muy joven y hay que quitarle presión. Por lo demás, veo que el Barça puede ganar la liga, pero en cambio lo veo un poco verde para competir en Europa. Eso fue en el mes de septiembre. Pocos meses después me quito el sombrero, y me declaro fan incondicional de esta manera de hacer, sentir y amar el fútbol.
Me gustaría destacar a Pep Guardiola, jugador prodigioso, veía el partido antes y mejor que nadie, le daba tiempo de dar un pase, y estar ya pensando en cómo colocar al equipo defensivamente, por si se perdía la posesión del balón. Guardiola es de esas personas que cuando van de viaje, llevan un cepillo de dientes en la maleta, otro en el equipaje de mano, y otro en el bolsillo por si acaso le pierden la maleta y se pierde el equipaje de mano.
Esa forma de entender el fútbol y la vida, llevaron al FC BARCELONA a conquistar anoche su tercera COPA DE EUROPA. No hubo lugar a la improvisación, Pep lo tenía todo controlado, todo. Mientras Ferguson probaba un nuevo sistema de juego con Rooney perdido en banda, con Cristiano Ronaldo de delantero centro, y con Ryan Giggs de falso media punta, Guardiola se dedicó a ser natural, y de respetar la esencia del fútbol. Cada uno debe jugar dónde mejor rinde. Mientras tanto, el Barça se divertía. Apoyos cortos con la posesión de balón, trato exquisito como si la pelota fuera un diamante, movimientos de desmarque, ofrecimientos al compañero, unidad, compromiso, lealtad, ... Y por encima de todo el equipo. SOMOS UNO. El Manchester se mostró falto de recursos, era incapaz de sacar la pelota jugada, Vidic y Ferdinand tocaron ayer más balón que en toda la temporada. El Barça le cerraba la salida del balón en el centro del campo, tapando a Carrick, y obligando a sacar el balón a los centrales. El tiempo pasaba y el Barça se sentía cada vez más cómodo. En esas, Ferguson falto de ideas ante la avalancha de juego de su rival optó por la heroica, introdujo a Tévez y Berbatov en el campo más toda la artillería que ya tenía. Pero nada. Pep ya había jugado ese partido, Pep ya estaba en Canaletas, Pep ya estaba pensando en la pretemporada, porque Pep nos ha devuelto el fútbol.
FIRMA: DAVID SERRANO
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