Hace ya algunas semanas, un sábado en concreto, mientras el tiempo no sabía si parar de llover o seguir lloviendo, leía que Ángel Cappa estaba muy ilusionado con su proyecto en Huracán. Total, que me puse a investigar. Empecé viendo el equipo, cómo jugaba, cómo se movía sobre el campo, ..., y cómo me llamó la atención un jugador. 1, 68 m y apenas 60 kilos de peso. Rápido, regateador, hábil, descarado, hambriento, y una zurdita cómo hacía tiempo que no veía. Allá iba con el balón pegado a los pies.
Matías De Federico me gusta, me agrada y consigue que me preocupe por Huracán y por ver su evolución como futbolista cada fin de semana. Cuando acabo de ver cada uno de sus videos colgados en internet, me dan ganas de volver a ponerme las botas y volver a jugar a fútbol.
Jugar a fútbol por necesidad acaba por convertirte en un siervo del balón, y Matías De Federico juega por necesidad.
Desde estos momentos me declaro fan declarado de Matías, y ya espero que llegue el domingo para ver sus arrancadas por banda derecha, con la pelota cosida a su bota izquierda. Le falta fuerza, pero de momento vamos a conformarnos con seguir la evolución de este auténtico crack de 20 años.
FIRMA: DAVID SERRANO
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